La CosmovisiĆ³n de los Aztecas

 La CosmovisiĆ³n de los Aztecas 

Data de los inicios del siglo XII cuando una tribu de nĆ³madas cazadores saliĆ³ de AztlĆ”n en busca de la tierra prometida por su dios Huitzilopochtli, tras un recorrido con duraciĆ³n de dos siglos, llegaron bajo el mando de Tenoch, a un islote del actual y casi extinto lago de Texcoco, para encontrarse con un Ć”guila posada sobre un nopal devorando una serpiente, de manera que cumplida la seƱal que su dios les dio al partir, fundaron la Gran TenochtitlĆ”n el 18 de julio de 1325 d.C. Dicho lugar fue testigo del florecimiento de una de las culturas mĆ”s investigadas del periodo prehispĆ”nico, pues “el periodo azteca, mĆ”s que ningĆŗn otro en la evoluciĆ³n del MĆ©xico antiguo, ofrece una relativa abundancia de testimonios para el estudio de las distintas instituciones culturales” (Portilla, 2018, p. 263).

          Desde los orĆ­genes de la cultura, es posible observar como el arte, la organizaciĆ³n polĆ­tica, la cosmovisiĆ³n, su tendencia expansionista, la guerra e incluso la economĆ­a tenĆ­an fuertes lazos con la religiĆ³n; como evidencia se tienen los cĆ³dices de lo que para ellos fue el inicio de la vida en la Tierra, los cuales cuentan del sacrificio del dios Nanahuatzin que desembocĆ³ en una deuda de por vida para los humanos, quienes debĆ­an corresponder con sangre mediante los sacrificios, el arte en la construcciĆ³n de los templos con honor, los avances cientĆ­ficos que respondieron a la necesidad de realizar con exactitud en el tiempo las ceremonias correspondientes y el simple hecho de que en la cabeza de su organizaciĆ³n se colocaba el Tlacatecuhtli, un sacerdote. Sin embargo, “si la religiĆ³n fue para el azteca la fuerza y la causa de su vida; si lo llevĆ³ de una a otra costa de los mares e hizo de TenochtitlĆ”n la reina del AnĆ”huac, tambiĆ©n constituyĆ³ la limitaciĆ³n fatal” (Caso, 1992, p. 121).

          Es indudable que la cultura azteca representa un tema de reflexiĆ³n en la actualidad, ya que los aportes que realizĆ³ a la humanidad y especialmente a la sociedad mexicana aĆŗn siguen presentes en ciertos aspectos, desde los tangibles como lo son los restos arquitectĆ³nicos de la capital nacional, hasta los inverosĆ­miles como lo son tradiciones vigentes y creencias retomadas, lo cual permite la valoraciĆ³n de su legado histĆ³rico. 

Referencias

Caso, A. (1992). El pueblo del Sol. [eLibro CƔtedra]. Recuperado de https://0-elibro-net.biblioteca-ils.tec.mx/es/ereader/consorcioitesm/109665?page=121

Fundación Cultural Armella Spitalier. (2008). Los Aztecas y la gran Tenochtitlan. Mexico: Cacciani.

LeĆ³n – Portilla, M. (2018). AntologĆ­a. De TeotihuacĆ”n a los aztecas Fuentes e interpretaciones histĆ³ricas. Recuperado de http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/teotihuacan_aztecas/132_04_06_SocialPolitica.pdf




0 Comentarios